¿Existe la prevención en el cáncer de ovario?

¿Existe la prevención en el cáncer de ovario?

En los países de primer mundo el cáncer de ovario ocupa uno de los primeros lugares
¿Existe la prevención en el cáncer de ovario?
Publicado: Marzo 2013

El cáncer de origen ginecológico es, en nuestro medio, una de las principales causas de morbimortalidad en mujeres de todas las edades, siendo uno de los de peores pronósticos el cáncer de ovario, por su diagnóstico tardío, que puede aparecer desde la infancia hasta la senectud. La incidencia anual del cáncer de ovario en países del primer mundo es de 17 casos por cada 100.000 mujeres. Si bien en Uruguay el cáncer de ovario está en frecuencia por detrás del cáncer de mama y de cuello uterino, en los países del primer mundo ocupa los primeros lugares junto con el cáncer de endometrio. Esto se relaciona no solo con la correcta aplicación de las técnicas de screnning, como son la mamografía y la colpocitologia oncológica, sino con la falta de métodos de screeening en la patología maligna de ovario.

Existen factores protectores para el desarrollo del cáncer de ovario, así como factores de riesgo modificables y no modificables.

 

Factores protectores

Primiparidad. Primer embarazo a edad menor de 25 años

Multiparidad. Cada embarazo reduce en 10% el riesgo de cáncer de ovario.

Anticonceptivos orales. Se calcula una disminución del riesgo de 20% por cada 5 años de uso de anticonceptivos orales, sobre todo para los tumores de tipo mucinos.

Ligadura tubaria / Histerectomía. Ambos procedimientos quirúrgicos se asocian con una disminución de riesgo de un tercio.

 

Factores de riesgo

Edad. Este cáncer se puede presentar en cualquier etapa de la vida de la mujer, aumentando con la edad, siendo de 1,3% en menores de 20 años hasta 60% entre los 45 y 75 años, para luego de esta edad disminuir a un 27%.

Nuliparidad. La menarca precoz y la menopausia tardía aumentan el riesgo.

Tabaquismo. Se asocia con mayor riesgo de adenocarcinoma mucinoso.

Endometriosis. Se asocia con carcinoma de células claras y endometroides.

Obesidad. Un índice de masa corporal mayor de 30 aumenta el riesgo de cáncer de ovario.

 

Síndromes genéticos

El riesgo de presentar un cáncer de ovario en la población general es de 1,4% a 1,8%, mientras que en las mujeres que tienen una historia familiar de cáncer de ovario o que sean portadoras de mutaciones genéticas el riesgo sube entre 15% y 60%. La mayoría de los tumores de ovario cuando se presentan clínicamente están en estadios avanzados, III y IV de la estadificación de FIGO.

El hallazgo de la determinación genética del cáncer de ovario plantea el desafío de desarrollar estrategias de prevención primaria y secundaria de esta patología.

Se puede plantear el diagnóstico genético frente a la sospecha de una predisposición, para proceder a dar luego un consejo genético a la familia, conociendo el real alcance del mismo.

En cuanto a la predisposición, la frecuencia poblacional es del 0,1% y el riesgo en mujeres portadoras es 10 veces mayor. En 12 % de las pacientes que presentan un cáncer de ovario, existe una mutación de los genes BRCA 1 (del cromosoma 17) y 2 (en el cromosoma 13), también presentes en el cáncer de mama.

prevencion2.jpgOtra posibilidad de riesgo genético es el síndrome de Linch, asociando el cáncer de ovario con endometrio y colorrectal en mujeres jóvenes menores de 45 años.

El tipo histológico de tumor en portadoras del gen BRCA1 en más del 90% es seroso, frente a 50% sin la mutación. Tienden a ser bilaterales y de alto grado histológico.

La búsqueda de BRCA se puede realizar en todas la mujeres con diagnóstico de cáncer de ovario epitelial invasivo en primera instancia y si es positiva a sus familiares femeninas de primer grado, pero es mayor su indicación cuando sean dos los miembros familiares que presenten cáncer de ovario o de mama premenopáusica. Otra indicación sería la presencia de cáncer de mama y de ovario sincrónico o metacrónico.

Se debe tener en cuenta que la prueba genética del BRCA1/2 es costosa y lleva tiempo en ser realizada, pero bajan sus costos si se realiza a todos los miembros femeninos de la familia.

 

Marcadores tumorales

Si bien tienen utilidad en la orientación diagnóstica frente a una masa palpable o detectada por ecografía, un resultado positivo puede ser causado por una patología benigna (por ejemplo la endometriosis) y un resultado negativo no descarta un cáncer.

CA- 125

Se trata de un marcador sérico tumoral, presente en el 80% de mujeres con cáncer de ovario epitelial, pero puede ser normal hasta en 50% de los estadios I. A su vez existen patologías benignas, inflamatorias e infecciosas que pueden elevar el marcador, así como otros cánceres ginecológicos como el endometrial, el de trompa e incluso el adenocarcinoma de cuello uterino, o extra genitales como mama, pulmón o colon.

prevencion3.jpgSu sensibilidad aumenta con el estadio de la enfermedad, pero es muy baja en estadios iniciales.

No se ha demostrado que sea útil como screnning del cáncer de ovario en una mujer asintomática o frente a la presencia de una masa anexial. Se utiliza como marcador de recidiva en pacientes con cáncer conocido, como control de la respuesta a la quimioterapia, control de la enfermedad en etapa de remisión y detección del cáncer de ovario recurrente.

Su valor en la etapa diagnóstica aumenta si existe clínica tumoral, imagenología y se trata de una paciente postmenopáusica, siendo esta aplicación recomendada por el Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia. (ACOG en su sigla en inglés)

Antígeno carcino embrionario

Es otro marcador sérico que se presenta en los tumores mucinosos benignos, de bajo potencial maligno y malignos

 

Disminución de riesgo en portadoras de la mutación

Prevención primaria

Quimio prevención: Los anticonceptivos orales tendrían un efecto protector en portadoras de ambos genes 1 y 2, con una reducción de riesgo cercana al 35%.

Cirugía profiláctica

La realización de la anexectomía bilateral reduce en 80% el riesgo de cáncer de ovario en portadoras del gen mutado, pero la realización de la misma es discutida. Para su realización se debe tener en cuenta los deseos concepcionales y /o la paridad satisfecha de la paciente. El riesgo comienza a aumentar a partir de los 40 años en el caso de BRCA1 y los 50 para el BRCA2.

Prevención secundaria

El examen ginecológico rutinario, la ecografía transvaginal y el CA125 cada 6 a 12 meses se podría realizar a partir de los 30 años, pero su utilidad es limitada y no ha demostrado utilidad para diagnóstico precoz.

prevencion4.jpgImagenología

La ecografía, por ser un método no invasivo, es el primer estudio a solicitar frente a la sospecha de una masa anexial, como complemento de la semiología. La misma puede ser por vía abdominal o transvaginal, mostrando características de malignidad como la presencia de tumores sólidos o sólidos quísticos, con excrecencias, tabiques gruesos, irregulares y la presencia de ascitis. El EcoDoppler permite visualizar la presencia de neovascularización anormal, con una circulación de alto flujo sanguíneo y baja resistencia.

La aplicación de la ecografía combinada con Doppler permite una buena sensibilidad pero de costo elevado.

 

Resumen

A modo de resumen, podemos decir que no existe un método de screnning poblacional y el diagnostico en etapas precoces sigue siendo insuficiente, con el correspondiente mal pronóstico que determinan los tratamientos de cáncer de ovario en etapas tardías.

Los estudios humorales o ecográficos no cumplen aún con los criterios de costo beneficio de una técnica de screnning pero podrían aplicarse a las poblaciones de riesgo, siendo aún un desafío el lograr un método de prevención para esta patología.

Código de Artículo: 5056

AUTOR/ES DE ESTE ARTÍCULO:

Especialidad: Ginecología
  • Profesor Adjunto Ginecotocología, F.Medicina U.DE.LA.R
  • Presidente Sociedad Ginecotocológica del Uruguay
  • Coordinador Reg. Conosur Comité Oncología Ginecológica F.LA.S.O.G.